lunes, 4 de marzo de 2019

Distancia



A veces, el mundo se percibe mejor cuando tomamos distancia. La ansiedad de los laberintos, la frustración de no poder movernos de un lugar a otro, el cansancio que implica pensar que cada ruta debe tener una explicación y motivo y así no caer en el prejuicio e intolerancia más propia que ajena... todo desaparece cuando sientes en altura.

La levedad de cada segundo de contemplación se combina con la fuerza de la imagen dentro; pasado y futuro se despojan de sus emociones y se tornan imágenes envueltas de este presente frágil e inexorable; en estas nubes densas que se desarman con el viento; en ese cielo que no soporta un mismo color; y en esas montañas cuya presencia abraza a la mía con fría indiferencia.



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