viernes, 28 de octubre de 2011

El sutil y delicado encanto de la ironía



En un librito muy interesante sobre "Dichos, frases y refranes con Historia" de Héctor Velis-Meza se comenta que el término "darse vuelta la chaqueta" fue acuñado precisamente en los tiempos de la reforma protestante; en donde quienes apoyaban a la Iglesia romana usaban un estilo de casaca distinta de los que apoyaban a Lutero.

La historia cuenta que antes de pasar de una facción a otra, los ciudadanos tomaban la precaución de ponerse la chaqueta al revés, para que no los identificaran como enemigos y corrieran peligro de muerte. A aquel pequeño acto de deserción, en aquel entonces, se le habría llamado volverse la casaca o darse vuelta la chaqueta.

La razón que motiva esta reflexión es el contexto en el que se dio el siguiente titular publicado en la Tercera; "Larroulet dice que el gobierno rechazará cualquier intento de desnaturalizar el matrimonio y que no apoyarán jamás el aborto o la eutanasia En medio de la ceremonia para conmemorar los 494 años de la reforma protestante, el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, reafirmó los compromisos del gobierno con la Iglesia evangélica, en materia valórica..." simpático.

martes, 11 de octubre de 2011

Robin Williams



Constituye un hecho público y notorio que Robin Williams, en donde mejor se maneja, con un par de excepciones, es en aquellas películas en que interpreta al humorista irreverente que trata de transformar su espacio y el mundo desde el humor desafiante a las instituciones.

Si bien puede ser repetitivo escuchar la misma melodía con distintas letras, no deja de ser encantador y rescatable. Posee un encanto único (o "un único encanto" si nos ponemos mordaces), y lo sabe entregar. Les rescato tres escenas que disfruto siempre con mucho agrado. 

La primera es de la película Good morning Vietnam de Barry Levinson (el mismo director de la Tormenta perfecta), película que le valió a Williams su primera nominación al oscar en 1987 y con esto (sin perjuicio de la película un ruso en Nueva York) su entrada de la pantalla chica al cine de Hollywood.  Destaca, desde ya, ese inagotable talento para hacer imitaciones.



La segunda, es una de las partes dramáticas de Patch Adams, que si bien sigue la misma lógica de las películas de Robin Williams, le agrega unos toques de dramatismo que logra interpretar con singular maestría. Lo lindo de esta escena, fuera de lo emotiva, es que el poema que lee es de uno de los grandes de la poesía  (Neruda de su obra Cien sonetos de amor). 


No Te Amo

No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan en fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma. 


Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
Sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

En tercer Lugar; esta notable escena de la película Happy Feet en donde hace la voz de "Ramón". Para mí es una de las mejores escenas de la película, en donde interpreta, con su maestría y en forma bastante fidedigna, la versión portorriqueña de los pingüinos. 





lunes, 10 de octubre de 2011

Ett och noll (Bo Kaspers Orkester)

 

Aquí va un excelente tema de un remarcable grupo (Bo Kaspers Orkester - La orquesta de Bo Kaspers) de rock/jazz sueco con 20 años de historia y excelentes producciones. Creo que vale la pena compartirlo con el mundo.

El tema es del disco Hittils, el cual, si les agrada deberían descargar pues tiene canciones hermosas, las cuales se pueden disfrutar desde lo melódico sin mayores problemas.

La dudosa traducción sueco/español del tema que les comparto fue hecha por mí, por lo que es posible (muy posible) que los significados sean aproximados, mas no exactos.

Ett och noll (Uno y cero)

Para ella es blanco y negro
Es infierno y cielo
Es el margen o el centro
Es sueño o vértigo.

Y yo, alrededor a tientas, sin una pista.
Entre uno y cero, uno y cero
Entre uno y cero.

Para ella esta bien y mal
Es todo o nada
Es besar o escupir
Es abstracto o concreto.

Y yo, alrededor a tientas, sin una pista.
Entre uno y cero, y cero
Entre uno y cero.

Para ella es día y noche
Es sol o la luna
Son lágrimas o risa.
Al norte de Nordland o en Skåne.

Y yo, alrededor a tientas, sin una pista.
Entre uno y cero, uno y cero
Entre uno y cero.

Y el cierre va abajo y arriba
Puedo notar aun
Que nos tenemos cada uno para sonreír
Lo que parece funcionar.

Y yo, alrededor a tientas, sin una pista.
Entre uno y cero, uno y cero
Entre uno y cero
Entre uno y cero, uno y cero.

domingo, 9 de octubre de 2011

El querer (Manuel Machado)

 
¿Les ataca a veces aquella sensación de que el mundo les entrega un sinnúmero de señales, a título de donación; las cuales sienten pueden tomar con soberana libertad, hacerlos propios y entregarlos de nuevo?

Creo que al momento de tomarlas, las letras y sonidos, dejan de ser obra del autor y pasan a ser obra de quien las entrega y recibe, y, a su vez, de quien las ha recibido y las vuelve a entregar (divina dialéctica y comunicación!). Éstas se llenan con nuestras propias imágenes, experiencias, formas y recuerdos; creando un universo infinito de nunca acabar, que sobrevive a todo y todos.

El hallazgo de una nueva palabra, de un nuevo sonido, de un nuevo beso que pudiendo tener 100 años de antigüedad y repetición, renacen en su juventud, en el preciso y exquisito instante en que aparecen, tiene un encanto propio y sin parangón.

La maravilla de sentir que se puede pasar 100 veces por el mismo mundo y sentirlo 100 veces como un mundo distinto. Y, por sobre todo, experimentar que esos 100 mundos, que pasan por uno, dependen de uno, de nuestros ojos, de nuestro olfato, y de todos nuestros sentidos; que le brindan 100 atmósferas distintas para verlos, respirarlos y sentirlos.

Esta es una de las cosas más lindas del seminario de penal con Guzmán; Identificar, en cada ocasión, que su inteligencia y amor por el conocimiento no se reducen solo a la atroz disciplina que nos llama, sino que se extiende a las formas más bellas del arte, en especial la poesía. El poema motivo de esta reflexión fue uno de los tantos regalos del maestro a los miembros del seminario.

Introducción al poema: Si los Parras son la familia de artistas que tiene Chile, los Machados son los de España. Tenemos a Antonio Machado padre, conocido folclorista Andaluz, y sus hijos Antonio, José y Manuel los tres poetas de gran nivel. El poema que les acompaño es del mayor de los tres Machados (Manuel) y de uno de los representantes más conocidos del modernismo literario en España.

El querer

En tu boca roja y fresca
beso, y mi sed no se apaga,
que en cada beso quisiera
beber entera tu alma.

Me he enamorado de ti
y es enfermedad tan mala,
que ni la muerte la cura,
¡bien lo saben los que aman!

Loco me pongo si escucho
el ruido de tu charla,
y el contacto de tu mano
me da la vida y me mata.

Yo quisiera ser el aire
que toda entera te abraza,
yo quisiera ser la sangre
que corre por tus entrañas.

Son las líneas de tu cuerpo
el modelo de mis ansias,
el camino de mis besos
y el imán de mis miradas.

Siento al ceñir tu cintura
una duda que me mata
que quisiera en un abrazo
todo tu cuerpo y tu alma.

Estoy enfermo de ti,
de curar no hay esperanza,
que en la sed de este amor loco
tu eres mi sed y mi agua.

Maldita sea la hora
en que contemplé tu cara,
en que vi tus ojos negros
y besé tus labios grana.

Maldita sea la sed
y maldita sea el agua,
maldito sea el veneno
que envenena y que no mata.

En tu boca roja y fresca
beso, y mi sed no se apaga,
que en cada beso quisiera
beber entera tu alma.