domingo, 31 de marzo de 2013

Ahora serás otro

Versión libre basada en Brecht, Morrison y una pizca de Violeta.

Cito expresamente, antes de mostrar(me/les/los) esto, la agudeza de Feuchtwanger al decir que: "Yo, por ejemplo, a veces hago adaptaciones. Algunos las llaman "versión libre", y es verdad. Tomo algo viejo y lo transformo en algo nuevo. Y debajo del título pongo el nombre del poeta muerto; alguien muy famoso, por supuesto, pero totalmente desconocido, y delante del nombre del poeta muerto coloco las palabritas "basado en". Entonces algunos dicen: "Él es muy respetuoso". Y otros: "No le tuvo el menor respeto". Y lo que está mal me lo atribuyen, y lo que está bien se lo atribuyen al poeta muerto, quien, como usted sabe es muy famoso y totalmente desconocido, y de quien en realidad nadie sabe si es el autor o el adaptador".

Y, como dice la cantora: "perdonen mi atrevimiento y mi escasa habilidad..."
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Se fue acercando lentamente;
y, mientras recogía entre sus brazos aquel estropajo de silencio agónico,
le susurró al oído:
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Aquí estamos, hermano
Y aquí terminamos
Este es tu fin, tu único fin, el fin
¿Sabes que pasará mañana?
¿Ves a esos buitres sobrevolando tu ausente humanidad?
Ya comentan tu inmortalidad en las calles
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Tu cuerpo ya no existe
Lo profanamos y ahora le echaremos tierra
Este es tu único fin, el fin, tu fin.
Silencio! ya no hay tiempo pa' pedir perdón por tus pecados
Diremos que fue la resurrección y te dejaremos en lo más alto a la derecha.
Silencio! No llores
Ya no hay vuelta atrás.
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Ahora serás otro;
Tu nacimiento pasará a un día más conveniente
Y en cuanto a esos cerdos vagabundos;
Esos que te escucharon gritar por primera vez y blasfemaron tu entrada al mundo;
La historia se encargará de reemplazarlos
por reyes y regalos.
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Deja mirarte a los ojos por última vez
¿Escuchas los lamentos y los chismes?
Ya no te preocupes;
Esa grieta del techo del corral que te vio nacer;
Aquella que arrojaba esa horrible escarcha de frío,
Se llenará con una estrella.
Y la vergüenza de tu madre por darte a luz frente a tanto ojo ajeno
Se convertirá en gracia...

jueves, 28 de marzo de 2013

Si no fuésemos familia, seríamos familia igual...







Iba a ilustrar esta foto sólo con el tema “ascensores”, de Osvaldo “gitano” Rodríguez, y su letra...
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En primer lugar porque la música del Gitano, en general, constituye uno de los mejores soundtracks de mi infancia porteña, de mis temporadas en Cerro monjas en casa de mis primos y de las maravillosas fiestas de mi familia; reuniones que parecieran haber sido sacadas de una película de Dino Risi (gritos, política, pasión y humor). Todo ello gobernado por un dulce reglamento de afecto incondicional al cual nos ceñimos todos con religiosa devoción.
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En segundo lugar, porque esta canción en particular pivoteó de un lado a otro en mi cabeza cuando saqué la foto; en buena parte porque al lado mío estaba mi hermana Catalina, quien, a sus 10 años, pisaba por primera vez un ascensor; podía notar cierta expectación, ante este debut porteño, en sus ojos.
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En fin, resulta que cuando estaba a punto de subirla, googlié la letra de la canción para agregarla a la descripción y me encontré con ésta en un Flickr llamado “Valparaíso de mi amor…”; ahí, tropecé con un arsenal de fotos maravillosas de Valparaíso, con dicho texto musical pegado a un costado. Voy mirando las fotos y me doy cuenta de que ese arsenal son de mi tío Marcos González Valdés. Después de la sorpresa, sólo pude sonreír con la idea en mi cabeza de que si no fuésemos familia, seríamos familia igual…

Iba a ilustrar esta foto sólo con el tema “ascensores”, de Osvaldo “gitano” Rodríguez, y su letra...  Pero la familia interrumpió el gesto y llenó ese espacio de "niño-cerro" con esa bella e incodicional presencia, con sus interminables juegos, inolvidables gritos y nobles pasiones....
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1.       Este es el Flickr, para que lo visiten:
2.       Esta es la canción, para que la escuchen:
3.       Esta es la letra, para que la retengan:
Nunca he sabido nada de él
sólo recuerdo su aparición
subí creyendo tocar nubes
fue el primer sueño en ascensor
el viento lo movía suave
como remolino en primavera
y en sus ventanas yo niño cerro
soñaba como un niño cualquiera

De repente apareció
todo el puerto en su esplendor
con barcos formados en un muros
que los hombres llaman espigón
hartos edificios celestes y
allá al fondo otra ciudad
también una avenida larga
donde yo me fui a pasear.

Y empecé a subir seguido
nos hicimos grandes amigos
contando cada uno sus sueños
y hasta las peleas de niños
yo era un niño del cerro
que soñaba bajando y subiendo
nunca supe más acerca de él
que lo que aquí estoy diciendo...