Saliendo
una mañana en Chiloé, me encontré con esta rareza posada en mi puerta.
Fue tal la extrañeza por sus formas y tamaño que no pude sino
fotografiarla con el objeto de difundirla entre mis amigos e ilustrar
así otra de las maravillosas peculiaridades del pueblito de Puqueltown.
Sucede que, entre algunas de las personas que vieron esta foto, había una experta en entomología, quien, amen de su talento, pudo ver más allá de las peculiares formas de esta “mariposa”; la memorizó, buscó y me explicó, entre tantas cosas, que se trataba de una polilla y que se llamaba “Cercophana venusta”.
A partir de ese dato busqué y encontré sólo un artículo escrito en noruego que se refería a ella y que sugería la existencia de dos especies de este tipo de polilla (ambas ubicadas solo en Chile) y descubiertas en 1856 por Cajetan Freiherr von Felder; quien hasta ayer, pensaba era de nacionalidad noruega; hecho que lo hacía aún más simpático, junto con el dato de que este descubridor de la especie no era etnólogo, sino que abogado.
Así pues, es lindo pensar que hace casi 150 años, había un abogado “noruego” (ahora austriaco) que decidió salir de su casa y llegar al sur de Chile para encontrarse, registrar y compartir con el mundo esta maravilla.
Sucede que, entre algunas de las personas que vieron esta foto, había una experta en entomología, quien, amen de su talento, pudo ver más allá de las peculiares formas de esta “mariposa”; la memorizó, buscó y me explicó, entre tantas cosas, que se trataba de una polilla y que se llamaba “Cercophana venusta”.
A partir de ese dato busqué y encontré sólo un artículo escrito en noruego que se refería a ella y que sugería la existencia de dos especies de este tipo de polilla (ambas ubicadas solo en Chile) y descubiertas en 1856 por Cajetan Freiherr von Felder; quien hasta ayer, pensaba era de nacionalidad noruega; hecho que lo hacía aún más simpático, junto con el dato de que este descubridor de la especie no era etnólogo, sino que abogado.
Así pues, es lindo pensar que hace casi 150 años, había un abogado “noruego” (ahora austriaco) que decidió salir de su casa y llegar al sur de Chile para encontrarse, registrar y compartir con el mundo esta maravilla.
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