En la vida uno muere dos veces. La primera cuando dejas de respirar; la
segunda, cuando la última persona que te conoció en vida pronuncia
terminalmente tu nombre.
Carmen Julia
Hace tiempo que dejamos de pensar que no pudimos ganarle a lo primero; ello porque no ha pasado un día de nuestras vidas en que no derrotemos lo segundo.
Carmen Julia Hernández
Por eso en este día no solo le damos vida a tu muerte, sino que celebramos esa vida, tu vida; aquella que habla desde nuestras formas más genuinas y honestas.
Carmen Julia Hernández Araya
Hoy resonamos este nombre que se encuentra arraigado en nuestra jornada y afincado en nuestras formas. He aquí nuestra marca registrada; nuestra carta de presentación; el anuncio publicitario de quienes somos herederos de tu humor, tu autonomía y tu trabajo.
Mamá
Hoy solo hacemos eco de tu sempiterna presencia, para que el resto te vea por un instante, desde donde te seguimos viendo siempre.
Porque eres parte de todo y de todos; porque en ti solo vemos vida; porque no hay día que no derrotemos a la muerte en nombre tuyo; y porque no existe espacio en nuestros rostros que no pronuncie tu nombre...
Carmen Julia
Hace tiempo que dejamos de pensar que no pudimos ganarle a lo primero; ello porque no ha pasado un día de nuestras vidas en que no derrotemos lo segundo.
Carmen Julia Hernández
Por eso en este día no solo le damos vida a tu muerte, sino que celebramos esa vida, tu vida; aquella que habla desde nuestras formas más genuinas y honestas.
Carmen Julia Hernández Araya
Hoy resonamos este nombre que se encuentra arraigado en nuestra jornada y afincado en nuestras formas. He aquí nuestra marca registrada; nuestra carta de presentación; el anuncio publicitario de quienes somos herederos de tu humor, tu autonomía y tu trabajo.
Mamá
Hoy solo hacemos eco de tu sempiterna presencia, para que el resto te vea por un instante, desde donde te seguimos viendo siempre.
Porque eres parte de todo y de todos; porque en ti solo vemos vida; porque no hay día que no derrotemos a la muerte en nombre tuyo; y porque no existe espacio en nuestros rostros que no pronuncie tu nombre...
No hay comentarios:
Publicar un comentario